Termas de Papallacta
Las columnas de vapor se esparcen por el aire, mientras el agua bulle entre 30 y 40 grados. Al mismo tiempo, las montañas, silenciosos guardianes del valle, se pierden de a ratos bajo la bruma espesa. Este detalle se convierte en un estímulo para los visitantes del resort Termas de Papallacta, con su spa que ofrece cinco piscinas de aguas termales medicinales con chorros y blowers (sopladores) para mimar a los bañistas. Todas están a cielo abierto y en el paisaje natural andino sobresale la blancura del nevado Antisana. Para un relax total, la opción está en las hidroterapias y los masajes corporales y faciales. El más llamativo: la envoltura en lodo y arcilla de los Andes.